Considerado uno de los 50 mejores vídeos de Youtube y con más de 50 millones de descargas, la boda de Jill y Kevin ha sido el paseíllo de núpcias más atendido de la historia.
Se trata de una coreografía al estilo de un lipdub, la grabación de un video doméstico con alguna canción popular, donde los protagonistas bailan y cantan la canción. Lipdub es eso, simular que uno canta en playback delante de cámara.
El fenómeno ha lanzado diversos debates. Uno de ellos concerniente a los derechos de autor de los temas interpretados. Jill y Kevin han ayudado a relanzar a Chris Brown.
Otro debate es el de los videos motivacionales creados en formato lipdub. El hecho de poder ser creado de forma amateur permite ser utilizado como cohesionador.
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