Suena la gralla y, entre el alboroto propio del gentío, en la plaza del pueblo se empiezan a colocar los miembros de la colla que formarán la base.
Los primeros castellers se colocan en posición, mientras muerden los cuellos de sus camisas para soportar la tensión y apretar en los momentos que hay que sacar fuerzas de donde ya no quedan.
Con el castell casi cargado, el silencio se apodera de la plaza en el momento en que l'enxaneta, el más pequeño de todos, está a punto de coronar la torre humana... llega, se coloca y levanta la mano que certifica la carga completa del castell.
A una velocidad de vértigo los componentes de la construcción, tambaleante, empiezan a deslizarse para unos segundos después, con el castillo ya descargado, provocar una explosión de júbilo entre todos los presentes.
Los que hemos vivido una jornada castellera en directo sabemos lo emotivo que puede llegar a ser. Para los que no lo habéis visto nunca, ahora podréis experimentarlo desde vuestro iPhone gracias a la aplicación iCasteller, creada por una empresa de Vilafranca del Penedès, cuna de algunas de las grandes collas castelleras catalanas.
Por ahora, solo disponible para iPhone, iPad e iPod touch.
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