Como citaba muy temprano mi amigo Jaume en su muro de Facebook, no sabemos si ha cambiado el mundo, el tiempo nos lo dirá. Pero si algo es innegable es que ha revolucionado una industria emergente y tan importante como es hoy en día la electrónica y la informática. Varias veces.
Para la historia quedarán sus puestas en escenas como cuando saco el MacBook Air de un sobre
levantando vitores entre los asistentes o cuando dejó sin vacaciones a toda su plantilla de Cupertino al anunciar, orgulloso, "Vamos a hacer nuestro primer teléfono, y todos querrán copiarnos".
Por encima de todo, seguidores y detractores en algo debemos estar de acuerdo, hoy se ha ido uno de los grandes genios de nuestra era.
Steve, descansa allá donde estes y gracias, muchas gracias por tu legado.
Stay hungry, stay foolish...
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