Nosotros, los pacientes, disponemos de herramientas de búsqueda cómo nunca antes habían existido. Eso motiva y provoca que antes de visitar a nuestro médico caigamos en la tentación de visitar al Dr. Google en busca de respuestas rápidas, pero a menudo de dudosa credibilidad.
Vosotros, los profesionales de la salud, además de las mismas herramientas poseéis el conocimiento que os permite discriminar esos contenidos poco fiables de los que si son de calidad.
Se me antoja que si mi médico o enfermera, aquellos a los que confío el cuidado de mi salud, me "recetasen" la visita a ésta infografía me libraría de más de un susto y mal trago innecesario por culpa del desconocimiento.
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